
Población
La Victoria
La paz que todos deseamos para el mundo
rondaba y sonreía en la justicia que nos falta.

Cuando las vi, cuando las acompañé, sólo atiné a decir con el pecho apretado por la emoción “esto es demasiado”, y me comí las lágrimas , antiguas y nuevas lágrimas.

Había algo como palillos tejiendo afanosamente una complicidad exquisita.

Parece que los dolores compartidos duelen menos ¿verdad?
También parece que la unidad hace la fuerza ¿no es cierto?

Me pareció ver sonrisas en rostros que no conocía.

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